Consumo de energía: una nueva forma de vida
La energía es un recurso indispensable para la humanidad por eso es necesario saber gestionar el consumo de energía de manera adecuada.
Muchos de nosotros sabemos la gran implicación que tiene la energía en el futuro de nuestro planeta. Desde el crecimiento de una flor, el movimiento de un vehículo, la producción de un objeto, la carrera de un atleta. En pocas palabras, todo a nuestro alrededor está estrechamente relacionado con la energía. Sin embargo, hoy en día asociamos el concepto en su mayoría a los tipos de combustibles. Es por esta razón que cuando hablamos de este tema llegamos inevitablemente al tema del cambio climático, al calentamiento global, a la hidroelectricidad, a las nuevas fuentes de energía solar y eólica, entre otras.
Ahora bien, el hablar de energía implica dos aspectos primordiales: generación y consumo. Nos hemos centrado mucho en las fuentes de generación, buscando disminuir la utilización de combustibles fósiles por su contaminación y afectación al clima. Grandes compañías han empezado a migrar hacia un consumo más ‘limpio’ no solo incorporando generación renovable en sus propias operaciones, páneles solares en sus techos por ejemplo, también buscando la compra de este tipo de energía en sus consumos de red con proveedores que incorporen este tipo de tecnologías verdes. Con respecto al consumo, algunas organizaciones ya han empezado a indagar en la eficiencia energética y en las implicaciones que esta tiene en sus procesos productivos.
Más allá del uso energético a nivel industrial, me gustaría centrarme en el aprovechamiento de la energía a nivel individual. Pocos tenemos presente el increíble potencial que se está abriendo en el campo de la energía con la era digital. Cada vez más y más dispositivos se conectan a la red, donde podemos monitorear en tiempo real consumos, realizar análisis históricos e incluso prospectiva. Cada individuo tendrá la posibilidad de conocer su verdadero consumo, pero aún más interesante, pagará lo que realmente utiliza. Este último punto no es menor. Estamos adentrándonos en un mundo donde vamos a poder gestionar realmente el consumo que tenemos de un servicio público como lo es la energía. No se trata de conectar y desconectar electrodomésticos en la casa, se trata de usar un recurso de acuerdo con mi forma de vida.
Creo firmemente que la disrupción en el mundo de la energía se da por el cambio que se está generando en la relación que hoy en día tenemos las empresas de energía con nuestros clientes. ¿Quién habría pensado que una empresa de este sector tuviera que preocuparse por hábitos de consumo y nichos de mercado? Más allá de un indicador de crecimiento poblacional y de consumo per capita, los servicios públicos no tenemos mayor información sobre la naturaleza de nuestros consumidores. Esto es sencillamente porque nunca lo hemos necesitado. Ahora las cosas están cambiando. Las personas son cada vez más conscientes sobre el uso de sus recursos y quieren intervenir en esta sumatoria de factores. El resultado importa pero el proceso adquiere una importancia sin precedentes. Estamos frente a consumidores que quieren y tienen la capacidad de incidir en el proceso, y entre los factores sobre los cuales hoy quieren decidir está la energía.
Parece irreal cuando nos hablan sobre tendencias como “el internet de las cosas”; espacios totalmente conectados con océanos de información listos para ser analizados y gestionados de la manera más eficiente posible. Lo que más me maravilla en este escenario no es tanto la irrupción de la tecnología, ni siquiera la producción y captura de vastas cantidades de información, me maravilla la manera como los individuos se empoderan de cada detalle de sus vidas. Ahora mi decisión sobre la compra de un artículo radica no solo en una cuestión de gusto o necesidad, es una toma de decisión que corresponde a principios y valores, en otras palabras en una forma de vida.
Es de esta manera como vemos en AES el futuro de la energía, con consumidores conscientes empoderados y dispuestos a pagar lo que les agrega realmente valor, incluso cuando se trata de servicios públicos domiciliarios. Bienvenidos al futuro de la energía, bienvenidos a la energía como parte de nuestra forma de vida.
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Patricia Aparicio Cammaert
Gerente de Asuntos Corporativos