¡Deja el miedo! Contrata tu energía a largo plazo
Hoy en día existen diferentes aspectos que impiden que los industriales y comerciantes compren energía a largo plazo, y no es únicamente una cuestión de precio.
“Los costos de la energía en Colombia son elevados”, o al menos eso es lo que argumentan algunos industriales y comerciantes que consumen este recurso en grandes cantidades para el desarrollo de sus negocios. Hoy en día existen diferentes opciones en el mercado nacional que pueden beneficiar a estos consumidores medios e intensivos de energía, con servicios que apuntan no solo al mejoramiento de los costos sino que además se ajustan a las particularidades de los ciclos productivos en busca de beneficios integrales en materia de confiabilidad, productividad, estabilidad y un enfoque estratégico para la gestión de este recurso.
Sean las razones que sean, pareciera que la compra de energía está inevitablemente anclada a un único atributo: su costo. En AES Colombia nos hemos dado a la tarea de analizar con mayor detalle los aspectos que pueden incidir en el proceso de compra de este recurso y hemos encontrado ciertos aspectos clave que nos han permitido aportar valor en esta relación comercial tan “comoditizada”.
Miedo al comprar energía
Este es el sentimiento que hemos detectado en la mayoría de las situaciones en las que los clientes se enfrentan al proceso de compra de energía. No estamos hablando de un sentimiento de pánico, estamos hablando de un sentimiento que se deriva de la incertidumbre, del desconocimiento de algo que nos resulta extraño. Esto es a lo que nos enfrentamos con frecuencia los comercializadores de energía con un comprador que no conoce técnicamente el tema, que tampoco tiene interés en conocerlo porque no corresponde a su labor en la organización, pero que definitivamente tiene que hacer un buen negocio en pro de su compañía. En este punto la negociación se limita al único criterio que nos pone tanto a vendedores como compradores en un mismo nivel de entendimiento: el precio.
Es aquí donde la energía más que kilovatios por hora se vuelve economía, donde el consumo se vuelve oportunidades de gestión y optimización y donde la necesidad se debe transformar en una solución integral para nuestros clientes. No estoy hablando de técnicas de venta y mercadeo de energía, me refiero a las compañías que nos preparamos para ir más allá en las relaciones comerciales con nuestros clientes, ofreciendo portafolios que den solución a las problemáticas de nuestros clientes; nosotros por nuestro lado nos encargamos de los tecnicismos eléctricos.
Ahora, una vez superada la barrera del miedo y abierta una primera ventana de confianza con el comercializador de energía, existe otro aspecto propio de nuestra cultura colombiana que nos plantea grandes retos: la idea del “buen negociante”. A los colombianos nos gusta no solo hacer “buenos negocios”, es decir negocios lucrativos, sino además renegociar cuantas veces sea necesario para conservar nuestra posición de buenos negociantes. El problema es que esa necesidad en variadas ocasiones nos impide ver el panorama más amplio. A lo que me refiero es que nuestro interés no se centra en hacer un buen contrato de energía, que genere estabilidad y beneficios para mi empresa en el mediano y largo plazo, nuestra compra se convierte en una competencia contra los precios en la Bolsa de Energía. Ya no vemos el beneficio que generamos por haber negociado un precio estable y un suministro confiable para el desarrollo de mi negocio; nuestra atención se centra en los periodos en que gané o perdí plata con respecto al precio de Bolsa.
Volvemos nuevamente al tema de la confianza. Es vital poder conseguir un aliado estratégico que nos traiga beneficios económicos, pero que nos genere sobre todo confianza tanto en el ámbito técnico como en lo personal y profesional. Parece evidente, sin embargo es un aspecto que no han trabajado enteramente las empresas de servicios públicos al tener garantizado un mercado en los territorios donde prestan sus servicios. En AES Colombia nos hemos preocupado por ir más allá, por eso trabajamos desarrollando soluciones de energía de la mano con nuestros clientes. Somos conscientes de lo importante que es la energía, pero más aún, somos conscientes de los retos, de las necesidades y las oportunidades que podemos generar cuando se trata de trabajar de la mano con un cliente que nos da su voto de confianza.
Deja el miedo y arriésgate con un aliado de confianza.
Liliana Cepeda
Gerente de Marketing y Originación